miércoles, 11 de febrero de 2009

Paronimia

Según la RAE, la paronimia es el fenómeno que se da entre dos o más vocablos que tienen entre sí relación o semejanza, por su etimología o solamente por su forma o sonido. Relevar, revelar o rebelar son tres términos muy similares, pero no tienen ningún punto en común más que el prefijo “re”. Debido a las similitudes entre las palabras parónimas, a veces se producen confusiones en el uso de una u otra palabra. Así, un obispo declaró “yo no soy homófono”, lo cual no dudamos, cuando lo que quería decir es que no estaba en contra de los homosexuales (ser homófobo).


Las palabras parónimas no tienen un origen determinado, sino que, más bien, se dan por la coincidencia o semejanza de la evolución de estas palabras, que ha llevado a que sean muy parecidas. Muchas palabras tienen raíz latina, ya que la manera por la cual se formaban nuevos términos en la propia lengua era muy mecánica, añadiendo sufijos y prefijos, y, en gran cantidad de ocasiones, el número limitado de terminaciones debido a las declinaciones hacía que muchos vocablos se asemejaran (cervus -i, servus -i; cessio -onis; sessio – onis; etc.). Por lo tanto, al castellanizarse estas palabras, se han dado estos casos de paronimia, preexistentes en latín. Sin embargo, la mayoría de ejemplos que podemos encontrar son fruto de la casualidad y no responde a un modelo concreto.


Un problema de algunas palabras parónimas (vela, velo; caso, casa; trompo, trompa) es que, en ciertos momentos, pueden ser entendidas como sustantivos con moción de género, como lo serían gato y gata o perro y perra. A pesar de la coincidencia, estas palabras parten de realidades distintas y deben ser bien diferenciadas, sin confundirlas con ese tipo de sustantivos.


En los medios de comunicación podemos encontrar múltiples ejemplos de paronimia. Los siguientes son algunos de ellos:

Entre sesión (“espacio de tiempo ocupado por una actividad”) y cesión ("renuncia de algo, posesión, acción o derecho, que alguien hace a favor de otra persona”), encontramos que El País dice que “el Ibex cierra la sesión con una subida del 8,71%, la mayor de la historia” (ELPAIS.com - Madrid - 19/09/2008), mientras que en otra ocasión sostiene que “la Audiencia Nacional niega la cesión de un terreno a Málaga” (EL PAIS - Málaga - 06/02/2009).

Suelen confundirse, por seseo o ceceo, los términos cima ("punto más alto de los montes, cerros y collados”) y sima (“cavidad grande y muy profunda en la tierra”). Ejemplos del uso correcto de una y otra palabra serían los siguientes titulares de El Mundo y El País respectivamente: “hasta la cima del Kilimanjaro” (elmundo.es - Actualizado jueves 21/09/2006 10:21) y “la Sima de los Huesos, en Atapuerca, culmina una etapa de investigación” (ELPAIS.com - Madrid - 23/07/1997). Lo mismo pasa con cita (“señalamiento, asignación de día, hora y lugar para verse y hablarse dos o más personas”) y sita (“situado o fundado”). El titular del ABC “el TSJM abre una investigación y cita al periodista que dio a conocer el espionaje” (Abc.es - Actualizado Viernes, 23-01-09 a las 00:21) y el extracto del 20 Minutos “la obra, sita en la calle General Ricardos de Madrid (…)” (20minutos.es – Madrid – 17 Mayo 2005) dan a entender la diferencia entre ambos términos.


Por último, y con una diferencia similar a las anteriores, encontramos el caso de zumo (“líquido de las hierbas, flores, frutas u otras cosas semejantes, que se saca exprimiéndolas o majándolas”) y sumo (“supremo, altísimo o que no tiene superior”), y como ejemplos tenemos estos dos titulares: “Dream Fruits exporta zumos a medio mundo” (Cinco Días.com - Martes, 10-02-2009 Actualizado a las 18:08 h) y “el sumo sacerdote en el país de Voltaire” (elBoomeran.com - publicado el 25/9/2008 a las 09:00).


La paronomasia es el recurso estilístico derivado de este fenómeno, es decir, emplear palabras que tienen sonidos semejantes pero significados diferentes. De esta forma, Quevedo, en el alguacil endemoniado, describiendo a Calabrés dice que se trata de un clérigo “tardón en la mesa y abreviador en la misa”. El término paranomasia se usa, también, como sinónimo de paronimia, aunque, como vemos, tiene una connotación más creativa y artística.